domingo, febrero 03, 2008

Acomodado entre los brazos

No se puede decir que los gatos no sepan buscar los lugares cómodos y calentitos, todo lo contrario. El nuestro es un ejemplo de buscador de huecos, y cuando no hay espacio suficiente para entrar se busca la vida, te empuja, maúlla, te pone la pata encima o te pasa por encima si hace falta. Una vez en el lugar que desea, se puede quedar allí horas.

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